La mayoría de las veces el sentimiento que está detrás es el miedo a lo desconocido, pero ese temor se cura con información veraz. La ignorancia nunca puede justificar la defensa de argumentos basados en prejuicios.
Esto ocurre con respecto a los refugiados sirios. Hay muchos rumores que se lanzan de manera malintencionada para intentar crear un sentimiento de rechazo.
He aquí algunos ejemplos de verdades y mentiras:
- Es falso que la mayoría de los refugiados sirios sean hombres. La realidad es que el 40% son niños; el 38%, hombres y el 22%, mujeres.
- Es falso que la mayoría tenga poca formación. Dos de cada tres tiene nivel de Secundaria y uno de cada tres, estudios universitarios.
- Es falso que la mayoría esté bajo el umbral de la pobreza. Una plaza en una patera cuesta entre 1.000 y 3.000 euros. Desgraciadamente, las personas realmente pobres siguen muriendo en Siria.
- Es falso que nos estén invadiendo y no estén quitando el trabajo. A día de hoy, a España sólo han llegado 18 refugiados, mientras que entre Líbano, Jordania y Turquía hay acogidos 3,5 millones.
- Es falso que los refugiados sean terroristas. Todo lo contrario. Precisamente ellos huyen del ISIS. Huyen de lo mismo que aterra a los países de la Unión Europea.
Las redes sociales multiplican el efecto negativo que los rumores provocan. No caigamos en la trampa.